lunes, 16 de noviembre de 2015

La Tierra del mañana

     Hace unos días observe la película Tomorrowland (Disney, 2015). esta película me pareció muy buena y me gusto mucho, al observarla tuve la oportunidad de recordar muchas cosas y me dejo en claro otras. Desde el principio nos muestra imágenes atractivas de una ciudad futurista, un futuro de ensueño, donde todo es posible.
     De esta película observo que la visión que las personas tenían en los años 50's y 60's era muy distinta a la actual. En estas épocas las personas soñaban con un futuro en el que la humanidad viviría en una era dorada en la que todo seria posible y en la que la tecnología serviría para el desarrollo de la humanidad.  



     los artistas soñaban con ciudades ultra modernas donde vehículos super rápidos correrían por largas autopistas suspendidas en el aire. aeronaves surcando los aires y naves espaciales despegando, dirijiendose a las alturas, mas allá de nuestro sistema solar donde otros planetas y otras ciudades humanas estarían esperando. 


     Los escritores, pintores, directores y demás artistas plasmaban estas visiones en sus obras llenando las mentes colectivas de estas visiones, y las personas inconscientemente encaminaban sus vidas hacia este futuro, pues lo veían como una esperanza. ¿Que ocurrió entonces? ¿Porque no vivimos en un mundo como el de nuestros sueños? Algo pasó en la humanidad que provocó un cambio en la visión del futuro y nos sumergió en una visión caótica. 
     Después de la Segunda Guerra Mundial vino la guerra de Vietnam y después las demás guerras y con ello la ilusión de las personas por un mundo mejor desaparecieron; simplemente a las personas se les olvido o les era imposible tener esperanzas de un mundo mejor; los escritores, pintores y artistas dejaron de plasmar un futuro esperanzador y comenzaron a cambiar sus visiones hacia futuros inciertos y caóticos, distópicos.


     Los artistas se dejaron llevar por la colectividad, plasmaron visiones futuras basadas en los acontecimientos de su época, y no los culpo, era algo que se debía hacer, pero el detalle está en que los pensamientos se convierten en acciones, y estos pensamientos en lugar de fomentar cambios y soluciones nos sumieron más en los conflictos, enajenando a las personas y llegando a tomar todas estas cosas como algo que era inevitable.
Los pensamientos se convierten en acciones, y así como pensemos sera como nuestro mundo se verá, y para la colectividad es lo mismo, pero amplificado
¿Solución? cambiar nuestras visiones, cambiar nuestros pensamientos, fomentar la esperanza en el futuro, pensar en las cosas mejores que pueden venir y difundir estos pensamientos, mostrar los contrastes de la realidad en la que ahora vivimos con la realidad en la podríamos estar viviendo y en la que podemos vivir si nos esforzamos en construir futuros mejores.


     Tenemos todos los futuros posibles ante nosotros ¿Qué futuro escogeremos? Podemos vivir en un mundo en el cual la felicidad, la paz y la prosperidad para cada uno de los seres humanos sea posible, donde el hambre y dolor desaparezcan, donde la justicia e igualdad existan en cada rincón del planeta y en donde la tecnología ayuden a sembrar de arboles todos los desiertos del mundo volviéndolos jardines hermosos, donde los sufrimientos de épocas pasadas no existan nunca más. O podemos optar por un futuro en el que la corrupción esté presente en cada rincón del planeta, en donde los asesinos, criminales y ladrones sean premiados con la gloria y dirijan nuestro mundo; donde los intereses de unos pocos estén por encima del bienestar de los demás, un futuro en el que no importe lo que pase a los ecosistemas mientras nuestro consumismo sea saciado, donde la injusticia sea promovida en el universo y la crueldad sea premiada.

     Ante nosotros se encuentran todos los futuros; todas las posibilidades están a nuestro alcance ¿Qué futuro construiremos?

M.C.B. 15-11-2015

sábado, 7 de noviembre de 2015

La leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl (Parte 3)

     Popocatépetl bajó de la pirámide con el cuerpo de su amada en brazos. La gente en las calles lo vio pasar con el cadáver, todos pudieron observarlo, viendo también  como salía de la ciudad y se dirigía a los cerros. 
En la cima de un alejado cerro Popocatépec depositó el cuerpo muerto de su amada, lo acomodo suavemente entre los pastos, lo rodeo de flores de dulces aromas, se arrodillo a sus pies y comenzó a llorar. Su llanto era triste y melancólico, inundando los alrededores de sufrimiento y dolor. Tan grande y profundo fue su llanto que hasta Huitzilopochtli y Coyolxauhqui lo escucharon y al saber del amor y el sufrimiento tan grande de estos dos amantes, decidieron hacer algo para que nunca más estuvieran separados; así fue que un manto suave de nieve cayó sobre sus cuerpos y convirtió a los dos amantes en enormes montañas.

Es así que aún hoy en día podemos observar en el horizonte de México a estos nobles amantes; uno es el volcán Popocatépetl, quien permanece de rodillas a los pies de su amada, la montaña Iztaccíhuatl, la cual se encuentra dormida, en un eterno sueño, al cuidado de su amado. Así permanecen los dos amantes, cuidándose tiernamente por toda la eternidad.

M.C.B. 2015

lunes, 2 de noviembre de 2015

La leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl (Parte 2)

     Iztaccíhuatl se sentía devastada y sin más motivos para seguir viviendo decidió ir al templo mayor y ofrecerse como sacrificio para los dioses.
Los sacerdotes hicieron los preparativos.
Iztaccíhuatl subió la larga escalinata, en la cima de la pirámide le esperaba la muerte; se recostó en la piedra de sacrificio, el sacerdote tomó el afilado cuchillo.

     Los valientes guerreros regresaban de la batalla, pasando por la avenida principal, entre ellos venía Popocatépetl.
Popocatépetl se apartó del contingente y se dirigió a la casa de su amada; tenía una promesa que cumplir a su amor. Al llegar a la casa el rostro sorprendido de la sirvienta lo recibió y esta le explicó lo más aprisa que pudo lo que Iztaccíhuatl pensaba hacer, ―¡Corra señor!― le dijo, tal vez podía llegar a tiempo.

    Popocatépetl salió corriendo lo más rápido que sus piernas le permitían, llego al pie de la pirámide y subió corriendo pero al llegar a la cima la devastación lo esperaba; Iztaccíhuatl estaba muerta, su corazón atravesado por la daga.

M.C.B. 2015